una batalla, no la guerra...

 

Da rabia. La verdad es que da rabia. Y mira que lo sabemos de sobra. Que aquí funciona el amiguismo y que para conseguir cualquier cosa necesitas padrinos. Es una realidad y a poco que indagues lo sabes, pero cuando te afecta, pues eso, que te de rabia.

Las licencias de radio sólo se dan a radios afines al partido político que las da. Si no es así o si son imparciales (osea, si no les hacen la pelota y alaban su gestión), pues mira, que no les dan esas licencias. Así de simple.

Además si un programa es mejor que ninguno y se lleva la audiencia de otras emisoras porque estas últimas parecen máquinas en el habla, marionetas en la opinión y en la elección de la música se fijan en los 40 o en cine de barrio, pues estas también se dedicarán a que nada cambie y atacarán hasta que consigan echar abajo cualquier proyecto nuevo, divertido, fresco y alegre.

Pero bueno, estoy seguro que como ya ha ocurrido otras veces, el ave fénix resurgirá y de nuevo barrerá con todo. No sé ni cuando ni donde, pero el día que lo haga, allí estaré yo otra vez para apoyar. Yo y mucha más gente.

 

Para Maje y Toni, con todo mi cariño. Gracias por alegrar las mañanas de tanta y tanta gente.

Os esperaremos con muchísimas ganas.

 

Sat Nam.