Blogia
kundaliniongnamo

Opiniones y experiencias de un alma que empezó a practicar Kundalini Yoga

Desde luego no todo el mundo siente lo mismo y cada cual a de buscar sólo su propia experiencia, pero pienso que es muy positivo que compartáis vuestras experiencias, tanto en clase como, si no os apetece en público, por aqui. Y eso precisamente es lo que hizo una alumna. Aqui os lo dejo. Gracias por tus palabras tan bonitas.

Sat Nam.

 

En el desamparo, la desesperación, en sentimientos de profunda soledad, angustia y tristeza, en todo eso encontré mi camino.

            El día que me di cuenta que supuestamente lo tenía todo en la vida y  con todo y eso no era feliz me etiqueté de loca. Ese dolor tan inmenso del alma me sacudía en busca de ayuda de un sitio a otro y siempre me sentía sola, “me tenía tanta pena…”

            Y en eso de curar mi estrés (o mejor dicho mi crisis existencial) empecé a probar terapias alternativas, que como mal mayor no me perjudicarían, porque ya notaba que las pastillas no me recompondrían el alma.

            El fondo roto de mi corazón empezó a fraguar en el momento en que me di cuenta que, en esencia, todas las terapias alternativas  muestran  que tus males afloran por asuntos internos desatendidos.

            Y ahí tomé la decisión de conocerme y atenderme como me merecía, y dejar de buscar la felicidad en las cosas externas, buscar mi camino en mi; y como nada llega por casualidad, llegó el Kundalini Yoga.

            Y así, poquito a poco, fui asomándome a mis adentros, primero con mucho miedo y autocríticas, pero la práctica es como una terapia de electroshock, que fuerza un cambio en tus propias ondas. De repente te sorprendes mirándote sin juzgar, y equilibrándote sin más, solo con el fluir de la vibraciones que lo son todo, rompiendo esos diálogos torturantes que a veces mi cerebro reproduce incesantemente.

            Y notas que tienes una fuerza inmensa, y que tu corazón puede llegar a ser enorme, porque se puede unir a miles y miles en esta práctica que te  conecta  con tu más profundo ser, que en realidad es el más elevado.

            Y un día te sorprendes y llegas a un sitio donde “no hay dolor”, donde estás a salvo, libre de sufrimiento, puro reposo, paz, éxtasis… y cada vez vuelves a tu vida  con un camino más claro, con un sentido de la existencia que un día perdí en la vorágine de esta sociedad tan rápida, tan difusa y superficial en ocasiones.

            Mi querido profesor Rafa nos invitó a compartir nuestros pensamientos, ojalá os sirvan de algo los míos, a mi esta reflexión me ha reconfortado, observo como pasito a pasito consigo cambios en mi vida y encuentro mi verdadera esencia.

            Gracias a todos.

            Sat Nam.  

0 comentarios